25 Apr

El presidente de EEUU, Donald Trump, ordenó hoy al Departamento de Comercio que lleve a cabo una investigación para determinar si las importaciones de acero, particularmente las procedentes de China, son una amenaza para la seguridad nacional, en línea con sus promesas proteccionistas.

En un acto en el Despacho Oval, Trump firmó un memorando relacionado con el artículo 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, que otorga al presidente estadounidense autoridad para fijar barreras o aranceles a las importaciones de ciertos productos por razones de seguridad nacional.

Amparado en esa ley, Trump ha pedido al Departamento de Comercio que inicie una investigación sobre si las importaciones de acero tienen implicaciones para la seguridad nacional, como paso previo antes de decidir qué medidas se pueden tomar al respecto.

Flanqueado por representantes de la industria siderúrgica, Trump comentó ante los periodistas que mantener la producción nacional de acero es algo "extremadamente importante" para la seguridad y la industria de defensa de EEUU.

"El acero es fundamental tanto para nuestra economía como para nuestras Fuerzas Armadas. Esta no es un área donde podamos permitirnos depender de países extranjeros", enfatizó el presidente.

Trump también remarcó que el dumping (venta por debajo del precio del mercado) es un "problema tremendo" que está "minando" a la industria estadounidense.

Al respecto, en un encuentro con periodistas sin cámaras para ofrecer detalles de la investigación ordenada por Trump, su secretario de Comercio, Wilbur Ross, apuntó directamente a China y dijo que las importaciones de acero de ese país han continuado creciendo, pese a que Pekín se comprometió a reducir su producción del metal.

Subsidios del Gobierno de China

Durante el mandato del expresidente Barack Obama, el Gobierno estadounidense presentó varias quejas formales ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los subsidios que otorga China a ciertos productores de aluminio y acero, algo que, a juicio de Washington, ha saturado los mercados y reducido los precios a nivel global.

Al ser preguntado por los periodistas en el Despacho Oval sobre el impacto que puede tener el memorando firmado hoy en las relaciones con China, en particular en la colaboración para contener a Corea del Norte, Trump argumentó que su medida "no tiene nada que ver" con el gigante asiático, sino con el "problema mundial" que supone el dumping.

El Departamento de Comercio recordó en un comunicado que EEUU no impone aranceles a las importaciones de acero y que ha tenido que establecer tarifas compensatorias o antidumping en 152 casos, con otros 25 más pendientes de resolución.

Según detalló Ross, esas medidas no han resuelto el problema y por eso es necesario "buscar una solución más completa". Las importaciones de acero representan hoy el 26 % del mercado, mientras las acerías y fundiciones de EEUU están operando al 71 % de su capacidad total y, por tanto, "hay espacio para un incremento", declaró Ross.

Así, la investigación encargada por Trump "considerará la producción y la capacidad, la mano de obra, inversión, investigación y desarrollo, y otros factores, para determinar si las importaciones de acero amenazan la seguridad estadounidense", de acuerdo con el Departamento de Comercio.

"A partir de ahora, vamos a defender a los empleos y trabajadores estadounidenses y su seguridad, y a las empresas estadounidenses de acero (...). La acción de hoy es el siguiente paso vital para hacer a Estados Unidos fuerte y próspero de nuevo", prometió Trump.

Durante su campaña electoral, el magnate prometió revitalizar la industria siderúrgica y ya como presidente, en enero pasado, relanzó la construcción de dos polémicos oleoductos que, según ordenó, tendrán que estar hechos con acero fabricado en EEUU.

En esa misma línea proteccionista, el mandatario firmó el pasado martes una orden ejecutiva que podría resultar en el endurecimiento de requisitos para algunos visados y la revisión de los acuerdos comerciales que permitan a empresas extranjeras optar a contratos públicos estadounidenses.

Además, como él mismo recordó hoy, Trump ha retirado a EEUU del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), suscrito en 2016 con 11 naciones de la región de Asia-Pacífico, entre ellas Japón. El presidente se declaró hoy "muy orgulloso" de haber ordenado esa retirada, ya que, a su juicio, mantener a EEUU en el TPP habría sido un "desastre", similar a lo que está ocurriendo con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

El TLCAN "es un desastre comercial", reiteró hoy Trump al adelantar que habrá novedades en las próximas dos semanas sobre qué planea hacer con ese acuerdo, firmado por EEUU, Canadá y México hace más de dos décadas y cuya renegociación él está buscando.

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